Si no te informas bien, tener problemas artríticos en las articulaciones puede amargarte la vida. Un ejemplo: Hace cinco años, me remitieron a una anciana por dolores artríticos articulares. Antes de mi primera consulta, la paciente había estado viendo a un médico por sus problemas de salud. La paciente se quejaba de rigidez en codos y rodillas, hinchazón y sensación de que los huesos le rechinaban constantemente. Tras realizar una serie de pruebas, el médico determinó que la paciente sufría una pérdida ósea progresiva como consecuencia de un trastorno musculoesquelético. Veamos... También determinó que...
Veamos...
También determinó que si la paciente no empezaba a tomar ciertos medicamentos de inmediato, su estado artrítico articular podría empeorar y podría correr el riesgo de padecer osteoporosis. Su chocante recomendación fue que aceptara su estado como propio de la vejez y que sólo tomara los analgésicos que le había recetado cada tres o cuatro horas. Si su estado empeoraba, el médico sugirió que se considerara la posibilidad de operarla. Por suerte para mí, la paciente acudió a mí una semana después de su encuentro con el médico.
Hablamos de cómo un desequilibrio en los elementos bioquímicos, una acumulación excesiva de residuos y una dieta deficiente podían contribuir al desarrollo artrítico de las articulaciones. La paciente siguió mi sencillo pero eficaz protocolo natural. A pesar de tener más de setenta años, la paciente se recuperó completamente de su ataque de artritis en seis meses. Tampoco desarrolló osteoporosis.
Estoy señalando que esta anciana no confiaba en los medicamentos y cirugías de su médico, sino en la capacidad natural de su cuerpo para curarse de lo que podría haber sido una enfermedad potencialmente mortal. Una mujer a la que le habían diagnosticado una enfermedad grave hacía sólo unos años fue condenada por un médico a una vida llena de tristeza, dolor y desesperación. Esta valiente mujer se negó a ser ignorada o trivializada porque sabía que podía superar la enfermedad. Ella es, en mi opinión, el ejemplo más inspirador de cómo tu cuerpo puede rehacerte por completo y curarte si se lleva a cabo este asombroso proceso.
Conclusión
La artritis, la reumatoide, la osteoartritis y la gota son sólo algunas de las muchas afecciones que puede causar la gota. Usted puede vencer cualquiera de estos formidables trastornos cara a cara con su cuerpo, equipado con el conocimiento, el coraje y la confianza de que su cuerpo tiene la capacidad de curación natural para ganar.