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¿Cómo entender los ataques de gota?

La gota es más frecuente en personas de mediana edad y mayores. Rara vez afecta a adultos jóvenes o niños. La gota puede darse tanto en hombres como en mujeres, pero es más frecuente en los varones. La gota es más frecuente en las mujeres después de la menopausia, cuando la enfermedad suele ser más grave. La gota es una enfermedad que provoca síntomas similares a los de la enfermedad reumatoide. Los enfermos de gota suelen experimentar dolor en las articulaciones y los tejidos conjuntivos. También se produce hinchazón e inflamación en la parte inferior de las piernas.

Enfermedad crónica

La gota es una enfermedad crónica con manifestaciones clínicas recurrentes. La gota puede causar dolores articulares que duran desde unas horas hasta unos días. Los ataques de gota pueden durar entre 7 y 10 días a medida que avanza la enfermedad. Los ataques de gota comienzan en la parte inferior del cuerpo, cerca de los dedos de los pies, los talones y los tobillos. Aproximadamente el 75% de los pacientes sufren ataques agudos de gota en la zona del dedo gordo del pie.

Los ataques de gota en la zona del dedo gordo del pie se conocen como podagra. Implican inflamación, hinchazón, dolor y una sensación como de quemazón. Los ataques de gota pueden ser muy graves, pero suelen resolverse rápidamente. Estos ataques son más frecuentes por la noche y suelen durar entre 2 y 3 horas.

Podagra

La podagra también puede deberse a lesiones sufridas o a un esfuerzo físico extremo que afecte a las extremidades inferiores. Los ataques de gota que son crónicos y persistentes pueden afectar a múltiples zonas del cuerpo. Los ataques recurrentes pueden causar dolor e inflamación en codos, rodillas, codos y hombros, así como en muñecas y dedos. Ambos tipos de ataques de gota pueden causar fiebre y sudoración de leves a graves.

Los ataques de gota pueden desencadenarse por la obesidad, la inactividad, el consumo excesivo de alcohol y una dieta inadecuada. Los enfermos de gota deben limitar el consumo de marisco y carne para evitar estos ataques. Se ha demostrado que las frutas frescas, las verduras y los productos lácteos bajos en grasa reducen la frecuencia de los ataques de gota y evitan que se repitan.

Recuerde

Los enfermos de gota deben reducir la cantidad de sus comidas y evitar comer antes de acostarse. Los ataques de gota pueden tratarse con antiinflamatorios. Los corticosteroides son inyecciones que alivian rápidamente el dolor y la sensibilidad articular. El probenecid, la sulfinpirazona y el alopurinol son algunos medicamentos comunes que pueden prevenir futuros ataques de gota.

 

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