La localización de la monoartritis en la base del dedo gordo es característica. De hecho, la gota suele afectar al dedo gordo del pie, aunque puede producirse en cualquier articulación. Se presenta en forma de episodios repentinos ("ataques") de dolor intenso e hinchazón de una articulación, y es una de las causas de la artritis aguda.
La gota es una enfermedad crónica, lo que significa que el paciente sufrirá ataques, normalmente con menos de dos años de intervalo. Así pues, los episodios repentinos tienden a repetirse y pueden afectar a cualquier articulación en ataques sucesivos.
El diagnóstico de la gota es clínico. Puede confirmarse mediante:
- un análisis de sangre que permite determinar los niveles de ácido úrico con una uricemia superior a 360 mmol/L (a menudo >420 mmol/L);
- una respuesta favorable muy rápida al tratamiento con colchicina que conlleva una reducción del dolor y de la inflamación.
Otras pruebas pueden ser útiles:
- una ecografía de las articulaciones para ver los depósitos de ácido úrico en el cartílago articular y detectar zonas gotosas aún no visibles en el examen clínico o la radiografía;
- una radiografía de los huesos y articulaciones afectados. Este examen sólo revela lesiones óseas artropáticas tardías y la presencia de tofos alrededor de las articulaciones;
- una punción con aguja fina del líquido articular o de un tofo, eventualmente guiada por ecografía. Este examen revela la presencia de microcristales de ácido úrico.
También existen señales de advertencia de un ataque de gota:
- Dolor moderado en una articulación: duele al apoyar el pie, doblar el brazo o los dedos del pie, por ejemplo,
- Hormigueo en la articulación: como "alfileres y agujas",
- Incomodidad: es difícil ponerse un par de zapatos, por ejemplo,
- Limitación de la movilidad: es difícil doblar la muñeca, cerrar el puño, caminar...
Los síntomas de un ataque de gota son :
- Dolor que aparece de repente, a menudo por la noche y/o en reposo,
- Dolor pulsátil: similar a una sensación de quemazón o aplastamiento,
- Dolor que persiste de 6 a 12 horas,
- La articulación afectada (a menudo el dedo gordo del pie) está enrojecida, hinchada, muy dolorida y caliente al tacto,
- Más raramente, pueden observarse fiebre y escalofríos.