La Boswellia y la Curcumina son dos productos vegetales naturales recomendados para reducir la inflamación y el dolor articular. La inflamación es un proceso natural que el organismo utiliza para combatir invasores externos como bacterias y virus. Sin embargo, también acompaña a algunas enfermedades, como la artritis reumatoide y otras afecciones articulares como la artrosis y la gota.
Antes de la llegada de los fármacos modernos, las personas con artritis no tenían por qué sufrir dolor todo el tiempo: utilizaban plantas de la naturaleza para aliviarlo. Durante siglos, la gente recurrió a la cúrcuma y la boswellia, dos suplementos a base de plantas. La combinación de curcumina y extracto de boswellia ha demostrado ser más eficaz que la curcumina o la boswellia por sí solas para mejorar la función física.
Los complementos alimenticios curcumina y boswellia tienen propiedades interesantes para el tratamiento de trastornos articulares y musculares.
Son conocidas por su capacidad para reforzar el sistema inmunitario y regular la producción de determinados glóbulos blancos (linfocitos en particular), ciertos anticuerpos y ayudar a reducir la inflamación.
Las propiedades calmantes y antioxidantes de la curcumina son beneficiosas para muchas funciones corporales, en particular el aparato digestivo, el cerebro y las articulaciones. Este ingrediente, utilizado desde hace cuatro milenios, se describe hoy como probablemente uno de los tratamientos naturales más prometedores de nuestro siglo.
La boswellia es una planta milenaria utilizada en la India y otros países para el tratamiento natural de las articulaciones. Especialmente rico en sustancias antioxidantes (ácidos boswélicos), este extracto es de gran interés para la investigación científica actual.