Ir al contenido Ir a la barra lateral Saltar al pie de página

¿Cuáles son los síntomas, las causas y los tratamientos de la artritis?

La artritis, una enfermedad crónica de las articulaciones, provoca inflamación articular y dolor agudo. La artritis está causada por factores como la obesidad, el desequilibrio hormonal, la herencia y lesiones o infecciones óseas pasadas. La fricción entre las cabezas óseas de una articulación se produce cuando los cartílagos se vuelven más débiles y menos capaces de repararse a sí mismos tras el desgaste diario. La fricción entre los huesos puede hacer que se erosionen y se conviertan en osteofitos, excrecencias puntiagudas en forma de espolón, o que dañen los tejidos circundantes. Esto puede provocar artritis o inflamación de la articulación. La artritis puede afectar al hombro, la cadera, la rodilla, el tobillo, la muñeca, la espalda, el cuello, la muñeca, el tobillo y las principales articulaciones que soportan peso, como la rodilla y la cadera. La artrosis y la reumatoide son los tipos más comunes de artritis.

Osteoartritis

La artrosis se da en personas mayores y está causada por el desgaste de los cartílagos. Los jóvenes corren más riesgo de padecer reumatoide. Es una enfermedad en la que el sistema inmunitario invade por error tejidos u órganos sanos. La gota, otra forma de artritis, es la tercera más peligrosa. Se produce cuando se acumulan cristales de ácido úrico en una articulación. Aunque la artritis no puede curarse completamente, puede detenerse o controlarse de muchas maneras. A continuación hablaremos de los distintos tratamientos de la artritis.

  • El primer paso para controlar la afección es un diagnóstico adecuado. Para detectar la artritis, será necesario realizar un examen físico completo, un historial médico y técnicas de imagen médica como las radiografías.
  • El siguiente paso en el tratamiento consiste en utilizar medicamentos para controlar el trastorno. Los analgésicos y calmantes como la codeína, el paracetamol y la hidrocodona suelen aliviar el dolor. También suelen utilizarse antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Reducen el dolor y la hinchazón, así como el enrojecimiento, el calor y la rojez. Los AINE pueden encontrarse en muchas formas, como el ibuprofeno sódico, el naproxeno sódico y el celecoxib. Un fármaco modificador de la enfermedad, o DMARD, previene el agravamiento de las afecciones artríticas. La prednisona, el metotrexato, la azatioprina y la prednisona son algunos de los DMARD más utilizados. Las inyecciones de corticosteroides pueden incluso ayudar a aliviar en cierta medida las afecciones inflamatorias.
  • Si el dolor es demasiado intenso, puede plantearse una operación de prótesis articular.

Dolor articular

La artritis es un grupo de enfermedades que afectan a las articulaciones. Existen más de 100 tipos de artritis. Todas ellas se caracterizan por dolor e inflamación articular. Otros síntomas son rigidez articular, hinchazón, sensibilidad y dolor en las articulaciones inflamadas.

  • La artrosis es el abuelo (es broma). La artrosis también se conoce como artritis degenerativa. Se produce cuando el cartílago que recubre la articulación se desgasta. La superficie ósea queda expuesta a medida que el cartílago comienza a deteriorarse. En combinación con una disminución del líquido sinovial, que lubrica las articulaciones, las personas sienten dolor cuando se ejerce presión sobre la articulación. Esta presión puede sentirse en actividades cotidianas como levantarse y caminar. Este tipo de artritis afecta a la columna vertebral y las caderas. Existen dos tipos de artrosis: primaria y secundaria. La forma primaria está causada por el envejecimiento, pero no está directamente relacionada con él. La forma primaria está causada por el debilitamiento del cartílago que rodea las articulaciones a medida que envejecemos. Esto hace posible el desarrollo de la artritis. La forma secundaria puede estar causada por trastornos congénitos como la formación anormal de las articulaciones. También puede darse en combinación con otras enfermedades, como la enfermedad de Lyme o la diabetes.
  • Artritis reumatoide (AR) - La AR puede describirse como una enfermedad autoinmune. Se produce cuando el sistema inmunitario del organismo se ataca a sí mismo. Este tipo de artritis provoca inflamación y destrucción de tejidos en las articulaciones y los tendones. La causa es la inflamación de las membranas sinoviales que recubren las articulaciones y las vainas tendinosas. Las articulaciones se vuelven rígidas y se hinchan, lo que puede impedir su uso. Con el tiempo, la AR puede afectar a múltiples articulaciones, con mayor frecuencia a las pequeñas articulaciones de las manos y los pies, así como a la columna cervical. Esta enfermedad aún no se comprende bien. La artritis reumatoide se diagnostica mediante radiografías y análisis de sangre. Una prueba se denomina factores reumatoides. Esta forma de artritis puede tratarse con diversos tratamientos, como fisioterapia, analgésicos y antiinflamatorios.
  • Artritis séptica - Este tipo de artritis se produce cuando una bacteria o un virus infectan una articulación o el líquido que contiene. La artritis séptica no se limita a las personas mayores. También puede afectar a niños y adultos. La infección puede producirse cuando los agentes patógenos infectan el tejido articular a través del torrente sanguíneo o de infecciones de heridas. El tratamiento consiste en antibióticos intravenosos y analgésicos.
  • Todos hemos oído hablar de la gota. Pero, ¿qué es? La artritis metabólica (o gota) se produce cuando el ácido úrico del organismo cristaliza y se acumula en el cartílago de los tendones, las articulaciones y los tejidos circundantes. Estos cristales pueden causar inflamación y dolor intensos. La gota puede causar un dolor repentino e intenso en las articulaciones afectadas, así como enrojecimiento y sensación de quemazón. La gota puede causar hinchazón de la piel y fiebre leve. La gota puede afectar a cualquier articulación, pero la más frecuente es la del dedo gordo del pie. La gota puede ser una causa primaria o secundaria. La gota puede estar causada por niveles elevados de ácidos úricos en el torrente sanguíneo. La gota también puede ser secundaria y ser consecuencia de otra enfermedad, como la leucemia. En la gota también puede influir el estado físico. Las personas con sobrepeso tienden a tener más casos de gota. El tratamiento de la gota incluye analgésicos y antiinflamatorios.
  • Artritis Idiopática Juvenil (AIJ): esta forma de artritis suele afectar a niños menores de 16 años. Los síntomas de la AIJ incluyen disminución de la actividad física, letargo e hinchazón de las articulaciones afectadas. Por el momento se desconoce la causa de este tipo de artritis. Al igual que otras formas de artritis, los síntomas incluyen dolor e inflamación. Las opciones de tratamiento incluyen inyecciones de corticosteroides y fármacos antiinflamatorios.
  • La espondilitis anquilosante es una forma de artritis que ataca la columna vertebral y las articulaciones sacroilíacas. Esto provoca una columna de bambú (fusión o rigidez de la columna vertebral). La espondilitis anquilosante es una enfermedad autoinmune. Quienes la padecen tienen una predisposición genética a la enfermedad. La espondilitis anquilosante no tiene cura. Sin embargo, existen tratamientos que pueden ayudar a aliviar el dolor.

Conclusión

¿Qué dice? Pues que la artritis es una enfermedad compleja y debilitante que afecta a millones de personas en todo el mundo. Recuerda que la artritis no es sólo cosa de ancianos, así que la próxima vez que oigas la palabra "artritis", no dejes que se te meta en la cabeza.

 

 

Habilitar los campos de subtítulos