Ir al contenido Ir a la barra lateral Saltar al pie de página

¿Estoy experimentando los síntomas de la gota?

Los primeros síntomas de la gota son hinchazón y dolor extremo en la articulación del dedo gordo de un pie. Los síntomas de la gota también pueden afectar al dedo gordo del pie. El dolor de gota puede aparecer en muchas articulaciones, incluidas las muñecas, los dedos y los tobillos. El dolor de gota puede aparecer de repente, a menudo durante la noche, y luego se calma en unos días. El dolor de gota puede ser tan intenso que incluso una hoja de papel puede no ser suficiente. El más mínimo movimiento de la articulación puede resultar muy doloroso. La articulación afectada tendrá restringido el movimiento.

Hinchazón

La inflamación y el dolor harán que la piel se rasque y se estire. La gota no siempre es dolorosa. En ocasiones, la gota puede provocar un episodio más leve, en el que la articulación afectada puede sentirse caliente y sensible. Puede tener un color ligeramente rojizo. También puede experimentar un dolor persistente en las articulaciones que no se explica por ningún otro motivo. Pueden aparecer nódulos (o depósitos de urato) en los oídos, aunque no haya signos de gota.

También pueden aparecer depósitos de urato en las manos y los dedos. Los ataques de gota suelen desaparecer a los pocos días. A pesar de que los síntomas de la gota hayan desaparecido, la raíz del problema sigue presente. El dolor de gota suele volver a la misma zona o a otra parte del cuerpo.

Ataques de gota

Los ataques de gota pueden hacerse más frecuentes y durar más tiempo si el dolor de gota no se trata con prontitud. La gota puede empeorar con el tiempo, aunque en realidad no exista. Los síntomas de la gota se deben a la acumulación de cristales de ácido úrico en las articulaciones. El ácido úrico es un efecto secundario normal del consumo de ciertos alimentos ricos en purinas. Si su organismo produce más ácido úrico del que puede manejar, con el tiempo se formarán cristales de urato monosódico que empezarán a acumularse en los tejidos blandos que rodean las articulaciones.

Hasta que no haga algo para reducir los niveles de ácido úrico, los cristales seguirán formándose y acumulándose hasta alcanzar el punto de inflexión en el que el dolor de gota es evidente. La gota puede tratarse temporalmente, pero la causa de fondo sigue presente. Las personas que han acumulado mucho ácido úrico pueden desarrollar síntomas crónicos de gota. Esto puede provocar daños en las articulaciones que pueden causar rigidez y dolor permanentes.

 

Habilitar los campos de subtítulos