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¿Cuáles son las causas de la gota y cómo tratarlas?

La gota es una enfermedad dolorosa y debilitante que provoca la inflamación de las articulaciones. Afecta a millones de estadounidenses cada año. La gota puede achacarse a cualquier tipo de inflamación articular, pero tiene síntomas específicos que son diferentes de otras formas. La gota puede causar dolor intenso, hinchazón, calor y enrojecimiento alrededor de las articulaciones. Estos síntomas son diferentes de los de otras formas de artritis, en las que el dolor es menos intenso y la articulación no suele estar tan caliente. El enrojecimiento, el calor y la hinchazón también pueden aparecer en una infección articular. Sin embargo, es mucho menos frecuente que una infección.

Diferencias

Existen diferencias clave entre la gota, la artritis y una infección. En primer lugar, la gota provoca un enrojecimiento que permanece sobre la articulación, en lugar de una infección que puede propagarse. En la mayoría de los casos de infección articular en adultos, es necesaria una herida punzante. Sin embargo, en los niños, la infección puede proceder de otras partes del cuerpo. La infección articular suele ir acompañada de náuseas, vómitos, fiebre y escalofríos. La gota no suele presentar estos síntomas.

La gota puede afectar a muchas articulaciones, pero es más frecuente en el pie y la rodilla. La gota suele afectar a la articulación del dedo gordo del pie o al tobillo. Sin embargo, los dedos de los pies también pueden sufrir gota. La gota puede causar dolor intenso e inflamación que puede durar hasta una semana si no se trata. La gota puede estar causada por estrés en el organismo, como durante una intervención quirúrgica, o por determinados medicamentos. La gota suele estar causada por una anomalía en el procesamiento de ciertos alimentos por parte del organismo. La gota está causada por la incapacidad del organismo para eliminar el ácido úrico.

Factor alimentario

Esta sustancia química con forma de cristal se forma cuando se descomponen ciertos alimentos. Estos alimentos contienen purinas, que se encuentran en el material genético. Las purinas son más comunes en las carnes rojas, las vísceras y algunos mariscos. Este compuesto se descompone en muchas sustancias químicas, siendo el ácido úrico la principal. El ácido úrico se absorbe en el torrente sanguíneo y luego pasa a los riñones. El riñón suele eliminar rápidamente los ácidos úricos del torrente sanguíneo a través de la orina. La gota es una enfermedad en la que el torrente sanguíneo retiene el ácido úrico hasta que alcanza un punto de concentración tal que no puede disolverse.

El ácido úrico del organismo se cristaliza y se deposita en zonas más bajas de lo normal, como los pies, los tobillos y las rodillas. Alrededor del 10% de las personas que padecen gota tienen una producción excesiva de ácido úrico, en lugar de una incapacidad para eliminarlo a través de los riñones. Sea cual sea la causa, los cristales pueden provocar una inflamación grave que provoque todos los síntomas. Aunque la reacción acabará resolviéndose por sí sola, el tratamiento puede reducir significativamente la duración de los síntomas.

Ataques de gota

Los ataques de gota pueden ser aislados en muchas personas. Algunas personas son extremadamente inestables y pueden experimentar múltiples ataques al año. La gota se diagnostica principalmente por sus síntomas. Sin embargo, los niveles de ácido úrico en sangre pueden medirse directamente. En muchos casos, sin embargo, los niveles de ácido úrico en sangre no aumentarán durante un ataque agudo porque los ácidos úricos se habrán depositado en las articulaciones y, por lo tanto, no estarán en la sangre. Los resultados de otras pruebas, que no se realizan durante un ataque agudo de gota, pueden ser más fiables para diagnosticar el potencial de gota crónica.

Miden el ácido úrico producido durante un periodo de 24 horas. La mejor forma de diagnosticar la gota es tomar una muestra del líquido articular. Este líquido puede examinarse al microscopio para confirmar su exactitud. Aunque es difícil obtener una muestra del líquido durante los ataques agudos, este líquido puede utilizarse como método directo para que un laboratorio analice la presencia de cristales de ácido úrico. Otra afección similar a la gota provoca la formación de cristales en las articulaciones. Esta prueba puede ayudarle a distinguirlas para aplicarles el mejor tratamiento.

Tratamiento

Para evitar ataques repetidos, es necesario cambiar la dieta y ajustar los medicamentos que puedan causar gota. A veces, los ataques repetidos pueden causar daños graves en las articulaciones que requieren cirugía para corregirlos. En muchos casos crónicos se recomienda una intervención para eliminar los depósitos de gota, sobre todo si se forman bajo la piel.

Conclusión

La gota es una enfermedad común de las articulaciones que existe desde hace mucho tiempo. La gota puede controlarse rápidamente con una atención rápida. Esto ayudará a reducir el dolor y a prevenir cualquier daño articular futuro. Los enfermos de gota que la padecen más de una o dos veces al año deben ser tratados con medicación para evitar ataques recurrentes. Si la articulación se enrojece, se calienta y se hincha, hay que acudir al médico. Otras afecciones pueden presentar síntomas similares y ser más graves.

 

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