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¿Cómo reducir los ataques de gota?

Los ataques de gota son una de las afecciones más graves y dolorosas que pueden sufrir las personas. Se deben a la cristalización en las articulaciones de ácido úrico, que provoca ataques intermitentes de artritis. Los ataques de gota se caracterizan por una inflamación grave de las articulaciones y un dolor intenso. En esta afección son frecuentes la hinchazón y el enrojecimiento. Para prevenir las dolorosas crisis, es importante controlar regularmente los niveles de ácido úrico. Esto ayudará a prevenir la formación de cristales, lo que a su vez reducirá el dolor y la inflamación. El ácido úrico es un producto de desecho natural del organismo.

Nivel de ácido úrico

El ácido úrico suele eliminarse del organismo a través de la orina. El tofos es una forma de cristales de ácido úrico que pueden haberse acumulado en las articulaciones. Las inyecciones locales de esteroides a corto plazo son la opción más popular. Esto no debe ser una rutina, ya que puede causar atrofia nerviosa y necrosis. Para tratar la gota aguda pueden utilizarse fármacos inflamatorios no esteroideos (AINE), corticosteroides o colchicina. Los estudios han demostrado que los AINE pueden aumentar el riesgo de daño hepático e infarto de miocardio.

Para contrarrestar los efectos diuréticos de los AINE, es importante aumentar la ingesta de agua. Los estudios también demuestran que la obesidad y el sobrepeso aumentan el riesgo de desarrollar gota. Las personas deben hacer cambios en su estilo de vida y utilizar la dieta como herramienta profiláctica para prevenir los ataques de gota. Aunque los fármacos pueden controlar la enfermedad, las personas que la padecen tienen otras opciones. Los ataques de gota pueden prevenirse comiendo bien, haciendo ejercicio, bebiendo menos alcohol y bebiendo mucha agua. La única forma de reducir los niveles séricos de ácido úrico es mediante el control de la dieta.

Planes dietéticos

Debes seguir distintos planes dietéticos en función de tu cuerpo y de tus posibilidades de perder peso. Una dieta puede no ser adecuada para todo el mundo. Las visitas regulares a un cirujano podiátrico le ayudarán a reducir el riesgo de sufrir un ataque si tiene antecedentes familiares o personales de gota. Hace ocho años, tuve que lidiar con la gota. Era insoportable. Como creo que siempre hay una solución para cualquier problema de salud, aunque los resultados del laboratorio fueran decepcionantes, empecé a investigar tratamientos alternativos. Empecé a revisar mi vida, reconociendo que la moderación es la clave. Presté atención a mi peso y me aseguré de beber mucha agua.

Un aumento de peso se asocia a un mayor nivel de ácido úrico. Adopté una dieta baja en carbohidratos y eliminé todo el azúcar para adelgazar. Notará una reducción drástica de los problemas corporales cuando alcance su peso ideal. El ayuno es una buena forma de conseguirlo. Para los principiantes, los tres primeros días de ayuno pueden ser angustiosos. Sin embargo, una vez que su cuerpo se adapte a este modo de ayuno, todo irá bien. Puede hacer un ayuno alcalino, es decir, evitar los productos a base de cítricos.

Entorno alcalino

El ambiente alcalino ayudará a mantener los ácidos úricos en solución. El agua ayuda a eliminar el ácido úrico del organismo. Si es posible, limite el consumo de carne y practique una estricta moderación. Las vísceras y el alcohol son los peores. Las purinas de la carne pueden hacer que aumente el ácido úrico debido a la oxidación. Los riñones no pueden excretar el ácido úrico del alcohol, lo que hace que permanezca en el organismo. Las anchoas, los mejillones y la caballa tienen un alto contenido en purinas. Aunque muchas verduras son buenas para el organismo, las personas con gota deben evitar los espárragos, las lentejas y los guisantes durante las crisis.

Evite las dietas ricas en grasas, ya que aumentan los niveles de ácido úrico. Aunque consiga reducir la cantidad de grasa en su dieta, es importante evitar el azúcar. El azúcar puede convertirse en grasa mala si se consume en exceso. El organismo descompone el azúcar en pequeñas moléculas, que luego se reensamblan en forma de grasas conocidas como triglicéridos. El dolor gotoso y otras dolencias pueden reducirse reduciendo el consumo de carbohidratos refinados. Los hidratos de carbono refinados se convierten rápidamente en azúcar.

 

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